La indebida atención a la depresión, ansiedad y trastornos de sueño aumentaron los índices de suicidio durante el confinamiento por el COVID-19 en Venezuela
Despertar e iniciar el día con entusiasmo se ha convertido en un reto inquietante y doloroso para una población que busca respuestas a su comportamiento, su forma de pensar y transitar en la dura realidad de la cotidianidad del ser humano.
A principios del confinamiento, gobiernos de todos los países declararon estado de alarma a causa de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), suspendieron todas las actividades y paralizaron el movimiento comercial del cual dependen para frenar nuevos brotes en su población.
En Venezuela otra enfermedad silenciosa y, mucho más compleja, se despertó en medio de una pandemia llena de incertidumbre y desasosiego: La salud mental.
Entender cómo enfrentar algo que no se puede ver, escuchar, oler, saborear y tocar ha sido el detonante en la lucha de las personas que padecen trastornos depresivos y, que durante años, han puesto en riesgo sus vidas.
Cada vez es mayor el número de jóvenes que sucumben ante la depresión, la ansiedad y las sustancias psicotrópicas provocadas por la inestabilidad económica y la pérdida física de un ser querido, según comentó la psiquiatra Laura Martín para EL PAÍS.
En 2020, aproximadamente, 23 mil personas intentaron suicidarse en Venezuela
Desde 2015 hasta el primer semestre de 2021, 9.630 ciudadanos se quitaron la vida en el país, según estudios realizados por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
La pobreza de ingresos abriga a 94,5% de la población y la extrema a 76,6%, de acuerdo con la Encuesta Nacional Condiciones de Vida (Encovi), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello.
La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV), ofrece servicios de atención telefónica para brindar primeros auxilios psicológicos, asistencia gratuita, anónima, confidencial y accesible desde cualquier teléfono.
Si sientes estancamiento, desánimo, pérdida de apetito y del sueño, lo mejor que puedes hacer es solicitar ayudar. Es posible que la salud mental esté totalmente relacionada con el deterioro de las condiciones de vida. Sin embargo, no tiene una única causa, sino que es el resultado de una compleja interacción entre factores biológicos, sociales y psicológicos. Cada caso es diferente, y cada mente es un universo complejo, según comentó la Dra. Laura Martín.
Las evaluaciones del paciente son realizadas por profesionales de psiquiatría o psicología, utilizando diversos métodos, como pruebas psicométricas, pero a menudo dependen de la observación y la entrevista personal. Los tratamientos tradicionales han sido la psicoterapia y los psicofármacos siendo añadidos, desde los procesos de reforma psiquiátrica de los años 1970 y 1980, enfoques más integrales y afines con la perspectiva bio-psico-social.
Los trastornos mentales actúan en el cambio de estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. A través de una lista enumeramos los más estudiados por la ciencia y la medicina:
- Trastorno depresivo mayor: se caracteriza por depresión persistente o pérdida de interés en las actividades, lo que puede causar dificultades significativas en la vida cotidiana.
- Trastorno de ansiedad: produce sensaciones de preocupación, ansiedad o miedo, tan fuertes que interfieren con las actividades diarias de quien las padece.
- Trastorno bipolar: provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: caracterizado por la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la impulsividad. Suele comenzar en la niñez y puede persistir hasta la edad adulta. Puede ocasionar baja autoestima, problemas en las relaciones y dificultades en la escuela o el trabajo.
- Trastorno obsesivo-compulsivo: se caracteriza por los pensamientos irracionales y los temores (obsesiones) que provocan comportamientos compulsivos.
- Esquizofrenia: afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida.
- Trastorno por estrés postraumático: caracterizado por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante.
- Demencia: no es una enfermedad específica, sino un grupo de trastornos caracterizados por el deterioro de, al menos, dos funciones cerebrales, como la memoria y la razón.
Todas las enfermedades mencionadas se pueden tratar, pero solo algunas no tienen cura.
Miembros de la Federación de Psicólogos de Venezuela, aseguran que las mentes despiertas encienden su luz cuando necesitan seguir explorando el mundo, y la primera acción para estar estable mentalmente es reconocer que no tiene nada de malo no sentirse bien en determinados momentos de la vida.